Los programadores robamos el fuego de prometeo y lo escondimos del resto del mundo.
En su momento el fuego fue eso, fuego, luego fue la escritura, hoy es la programación en su concepto amplio. Esto es, modelado de ideas, análisis e iteración. Codificar es solo una consecuencia, se puede programar con papelitos sin problema.
Las computadoras se están devorando todas las tareas sistemáticas y mecánicas, sea con robots o haciendo desaparecer el problema de raíz, esto es, la necesidad de tener el problema.
«Software is eating the world». a16z.com
El siglo XXI va a destruir gran parte de los trabajos tradicionales, nos va a liberar de tareas mecánicas pero nos va a exigir algo nuevo. Adaptación constante, capacidad de aprendizaje y sistematización. Que tu robot haga los mandados, pague las facturas y maneje el auto.
Para ser participes de este mundo sin trabajos pesados, vamos a tener que aportar nuestra creatividad, pero sobre todo poder manejar estos robots.
Entender un problema, modelarlo y delegarlo en un robot.
La educación de los conceptos abstractos no es exclusividad de las personas más hábiles para la matemática. Que un porcentaje bajo de la población pueda resolver una ecuación es una falla de la educación ya que no es algo exclusivo para unos pocos. Un niño de menos de 10 años puede resolver ecuaciones sin problema.
Es hora de que los programadores involucremos a los que no han podido participar de la construcción de este nuevo mundo, es un mundo donde debemos colaborar, trabajar en equipo, un mundo donde los secretos duran muy poco y donde una niña en Bangladesh tiene mejor acceso a información hoy que los estudiantes universitarios de Estados Unidos hace 25 años.