Contar historias y simplificar

Realizando series de analisis de candidatos y entrevistas se reconocen patrones de comportamiento en las personas entrevistadas. El problema es que la mente intenta simplificar y caemos en la posibilidad de generar juicios simples y exagerados de algunos candidatos frente a determinadas reacciones típicas.

Por eso es necesario buscar una estructura estandarizada pero efectiva de evaluación de personas para trabajar. Sea como empleados de una empresa o como socios.

Despúes de filtrar los conceptos más básicos mediante un CV y un intercambio de mails básico, no hay escapatoria a la conversación real e intercambio de ideas. Es la única forma de evaluar el proceso de pensamiento de una persona que al final es lo que cuenta.

Una persona que plantea los conceptos en forma complicada no tiene un proceso de razonamiento sólido.

Esta evaluación del proceso de pensamiento y la capacidad de sintetizar, simplificar y digerir las ideas es fundamental a todo nivel, tanto para un candidato junior como para un ejecutivo o un plan de negocios.

Las personas tenemos la capacidad de tomar conceptos complejos y desglosarlos, para todo lo que es procesamiento de datos y tareas mecánicas tenemos máquinas y computadoras.

Al momento de armar un plan de negocios el razonamiento es el mismo. La idea está madura cuando se puede expresas en conceptos sencillos, a tal punto que la idea puede parecer trivial. Esta maduración la hacen las personas procesando la idea y optimizándola. Contando la historia n veces y limando los bordes.

Si vamos a contratar un ejecutivo, es fundamental que la persona logre conectar el mundo sintético de los números y ratios con las historias. Historias que cuenten la razón de ser de esos números y los impactos reales. Historias que deben ser lineales y que hagan parecer el manejo de la empresa como algo trivial.

Contratar a la persona equivocada es un orden de magnitud más costoso que no contratar a nadie.

Cuando vamos a contratar a alguien para un puesto debemos siempre pensar en la persona como alguien que debe estar años en el equipo y por eso debemos exigirle la estructura básica mental preparada para el crecimiento. Algunos indicadores son la combinación de talentos divergentes en una misma persona (un ingeniero fanático de la economía, un diseñador amante del trabajo mecánico). La capacidad de sostener un argumento idealista contrario al pensamiento estandar.

En definitiva, el reclutamiento sigue siendo un arte analógico pero que paga con retornos exponenciales por lo que están perfectamente justificados.